Trueba asegura que ha construido una película intemporal porque aborda un conflicto que parece eterno.
David Trueba ha presentado este jueves su nuevo largometraje ´A este lado del mundo´ con el que ha querido retratar el drama y las injusticias de la inmigración desde la valla de Melilla con un guión que él mismo ha escrito, cargado de metáforas y reflexiones sobre verdaderos problemas que azotan la actualidad nacional e internacional. Vito Sanz y Anna Alarcón encabezan el reparto.
Trueba ha explicado que se trata de una película fronteriza e intemporal porque aborda un conflicto que parece que va a ser eterno, que se remonta a muchos años atrás y que tampoco hay atisbos de que se vaya a solucionar. “Lo único que hacemos es poner parches que no llevan absolutamente a nada”. Experimentó esta sensación cuando viajó a Melilla y fue cuando decidió pensar sobre este tema y convertirlo en un largometraje. Desde un primer momento tuvo claro que quería construir un relato transgresor desde la perspectiva de un ciudadano medio, es decir, una persona con desinterés y que vive prácticamente ajeno a los problemas que no le afectan de una forma cercana.
Otra de las premisas de las que partía era la necesidad de encontrar a alguien que fuera a la vez ridículo y a la vez entrañable. “Incluso a veces no se sabe si se está delante de un genio o de un demente”. Cuando te empeñas en resolver un problema que no tiene solución lo más probable es que te vuelvas loco. Y ese estado mental es el que ha intentado retratar con su personaje interpretado por Vito Sanz.
Los actores Ondina Maldonado, Joaquín Notario, Janfri Topera y Zidane Barry también completan el reparto que aúna actores consagrados con actores noveles, como es el caso de Zidane Barry. David Trueba le conoció leyendo una noticia en la que aparecía que un joven ecuatoriano que había saltado la valla de Ceuta se había convertido en el Rey Baltarsar de una cabalgata. No es un actor profesional, pero consideró que nadie mejor que una persona que ha vivido de cerca el drama que rodea a la inmigración para transmitir los sentimientos de su personaje en primera persona.
La localización que también se convierte en protagonista es la frontera de Melilla, lugar que le ha motivado a expresar la siguiente reflexión. “Se nos olvida que cuando visitamos la Gran Muralla de China o el Muro de Berlín son restos de la estupidez humana. Y encima se nos olvida que seguimos cometiendo las mismas estupideces”, ha aseverado.
Sobre la frontera ha expresado que es muy agradecida narrativamente porque considera que tiene algo de transgresión como su propio largometraje. Al respecto ha añadido que este trabajo le ha ayudado a reencontrarse con el cine de su infancia y aquellas fronteras del oeste americano que constituían prácticamente un género propio.
Vito Sanz interpreta a un joven ingeniero que despiden de su trabajo. Este despido tiene lugar precisamente cuando estaba planeando comprarse una casa con su novia y dar el paso de convertirse en padres. Ante esta situación decide aceptar un encargo de su antiguo jefe para viajar hasta Melilla. Allí conoce a Nagore –Anna Alarcón- una guardia civil que se encargará de guiarlo por un terreno desconocido y complejo hasta involucrarse en uno de los principales temas que preocupan a nivel internacional, la inmigración.