Con rebrotes y con el miedo instaurado en gran parte de la población, arranca la edición más singular de cuantas se hayan podido celebrar.
El festival, o más bien dicho la organización del mismo a querido con valentía exorcizar los funestos tiempo que nos ha tocado vivir a fuerza de ganas, tesón y mucho amor por el cine. Las ganas de cine nos pueden, tal vez porque en esas salas oscuras los demonios del miedo son meras sombras, y el haz de luz los hace desaparecer al menos durante unos minutos. Por eso es, era y será tan necesario que ante las frustraciones de que algunos hacen galas estos días tan negacionistas y absurdos, seamos capaces de encontrarnos en espacios donde coger aire limpio, llenar los pulmones de ganas de vida y qué mejor espacio que el que nos propone el Festiival de Cine de Málaga. Dicen que es tiempo de héroes , yo creo que es tiempo de ejemplos, a lo dicho me remito, no hay mejor manera que el ejemplo.
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